Los técnicos abordan desde la iluminación de tapices hasta el acondicionamiento del archivo catedralicio.
Su trabajo ha incluido un análisis de 'significancia' de la colección para definir los valores que se atribuyen a los distintos bienes que conforman la colección y determinar las piezas que son prioritarias en su conservación. Han elaborado un estudio del edificio mediante termografía de infrarrojos con el fin de observar el grado de aislamiento térmico del edificio y su afección a las condiciones ambientales interiores, con la redacción de un informe de las condiciones ambientales en los distintos espacios de exposición, en el que se valoran los datos registrados de humedad y temperatura, para determinar si las condiciones de exhibición son óptimas en la conservación de los bienes. Los conservadores han evaluado la iluminación de los tapices, especialmente vulnerables a la exposición de la luz, para ajustar el flujo luminoso de las lámparas a los valores recomendados. Además, se ha propuesto la instalación de medidores cuantitativos del nivel de exposición de los tapices a la luz en el tiempo.
Finalmente, se ha preparado un informe para acondicionamiento del archivo catedralicio, haciendo uso de la herramienta RE-ORG propuesta por el ICCROM. Para ello se han analizando los niveles de gestión, edificio, espacio, mobiliario y colección.
El Instituto Aragonés de Empleo (INAEM) incluye en su plan de formación los Cursos Superiores de Conservación y Restauración de Bienes Culturales que organiza la Fundación Santa María de Albarracín. Esta colaboración resulta esencial para la celebración de este ciclo, en el que anualmente reciben formación especializada setenta técnicos restauradores procedentes de distintos puntos del país.