La construcción es de mampostería con sillares de rodeno en las esquinas. De nave única con presbiterio poligonal y cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos. Tiene coro alto a los pies y púlpito. La portada es un arco de medio punto de grandes dovelas a la que precede un atrio abierto sobre pilares. De estos destacan dos pilarcillos con capitel que procederían de la antigua sinagoga.
En su interior encontramos sencillas y coloristas pinturas murales de estilo barroco y el retablo principal del siglo XVIII, en el que llaman la atención las singulares cabezas de ángeles y sus columnas salomónicas.
En el año 2002 fue cedida por la propiedad a la Fundación, quien asumió el compromiso de restaurarla con carácter de urgencia dado el avanzado estado de deterioro en que se encontraba. La intervención llevada a cabo ha contemplado tanto la restauración estructural como la de las pinturas murales y los bienes muebles contenidos en el templo.
Es un espacio con capacidad para unas 50 personas, perfecto para la celebración de pequeños actos como presentaciones, charlas,…