Una de las áreas más importantes de actuación de la Fundación es la restauración arquitectónica. Desde su constitución se han recuperado en conjunto monumentos de gran trascendencia para la ciudad, la mayor parte de ellos también de responsabilidad fundacional en su gestión posterior. Nos referimos a las residencias de Santa María, Pintores y Julianeta, a los museos y monumentos integrantes del denominado Albarracín, Espacios y Tesoros, al auditorio-iglesia de Santa María y al mismo palacio de reuniones de la Fundación.
La activación permanente de la ciudad se consigue con la aplicación de un importante programa cultural, vertebrado en acciones diferentes agrupadas en cursos y seminarios, exposiciones y conciertos. Desde hace algún tiempo se viene desarrollando además un importante programa de creación artística, para profesionales de la pintura en una primera etapa, y también un demandado ciclo de formación complementaria, para restauradores en bienes muebles. Este programa dinamiza anualmente la ciudad, convirtiéndola en un referente cultural de primer orden.
En la actualidad Albarracín se considera también una destacada ciudad de reuniones y congresos. Las infraestructuras y servicios que presta la Fundación, facilitan el desarrollo de cualquier evento colectivo, apoyándose además en los numerosos hotelitos de cuidado interiorismo, que hoy ofrece esta localidad. Albarracín es el marco adecuado para la concentración de cualquier colectivo profesional, que busca el atractivo de un lugar muy especial, con cómodas instalaciones y apoyo organizativo, facilitado por la misma Fundación Santa María de Albarracín.