La visita que vas a realizar con el personal de la Fundación te permitirá entender cómo la geografía, los acontecimientos históricos y el proceso de restauración han condicionado la fisonomía de Albarracín, convirtiéndola en una de las ciudades más bonitas de España y uno de los conjuntos histórico-artísticos mejor valorados.
A lo largo del recorrido, te explicaremos con rigor cómo, desde los primeros pobladores prehistóricos que dejaron su huella en los pinares del Rodeno, Albarracín terminó desarrollándose en su ubicación actual aprovechando la defensa que le ofrecía la roca desgastada por el río Guadalaviar. Comprenderás también cómo la historia, especialmente durante la Edad Media, fue marcando la manera en la que creció la ciudad de los Banu Razín y su sistema defensivo: la Alcazaba (castillo), la torre del Andador, las murallas… Más tarde, en tiempos de los Azagra y como señorío cristiano independiente, esas defensas se pondrían a prueba. Desde principios del siglo XVI, evolucionarán algunos de los monumentos más importantes: la Catedral, el Palacio Episcopal, el Ayuntamiento, las grandes casas-palacio… También durante la visita te descubriremos los elementos y rincones más singulares, especialmente la “Casa de la Julianeta”, la mejor muestra de cómo nuestra arquitectura popular se adapta al relieve escarpado, nuestra climatología extrema, y la utilización de los materiales constructivos tradicionales, como el yeso rojo que dota a Albarracín de su color peculiar.
Durante el recorrido tendrás la oportunidad de visitar la Catedral, el monumento más importante de la ciudad, posiblemente ubicada sobre el espacio de la antigua mezquita principal. Te contaremos por qué existe un templo tan importante en una localidad tan pequeña como Albarracín y cómo se construyó la Catedral actual en el siglo XVI a partir de otra anterior. La reciente restauración te permitirá disfrutar del esplendor decorativo y colorista que le imprimió la reforma del siglo XVIII, y del conjunto de hallazgos entre los que destacan importantes restos medievales. Tampoco te puedes perder el retablo mayor del siglo XVI, el impresionante retablo de San Pedro y la recuperación de la capilla de la Circuncisión.