La visita a la Catedral de Albarracín os permitirá conocer los orígenes del monumento más importante de la ciudad.
Posiblemente el templo actual está ubicado donde se levantó la antigua mezquita principal del Albarracín musulmán, luego sustituida por una primera Catedral inaugurada en 1200. Hasta ahora poco sabíamos de esta primitiva construcción cristiana medieval.
A partir de 1527 se iniciaría una total renovación de esa primera Catedral. En tres etapas distintas se desmontaron cabecera, coro y nave principal, que se fueron sustituyendo, paso a paso, por la nueva edificación gótico-renacentista en la que destaca la nave principal, proyectada por el famoso arquitecto francés Pierres Vedel. Las obras concluirían con el recrecimiento de la torre.
Avanzado el siglo XVI, se renovó también el retablo mayor dedicado a la Transfiguración del Salvador, advocación de la Catedral. A este momento pertenece también el retablo de San Pedro que por la calidad de su talla en madera de pino sin policromar, lo convierte en uno de los tesoros de este monumento.
A principios del siglo XVIII, el cabildo se planteó adecuar el templo a la nueva estética del Barroco. Ventanas, molduras, pilares… se transforman adaptándose a la nueva tendencia, al tiempo que todo se cubre con el sentido colorista del momento. En este mismo siglo se renueva la capilla del Pilar, la más importante de la Catedral.
Durante la reciente restauración, hemos descubierto y sacado a la luz un conjunto de hallazgos cuya interpretación nos permite conocer algunos aspectos hasta ahora desconocidos de la historia de la Catedral y que se convierten en un atractivo más de la visita.